Procedimiento de prueba del estimulador de médula espinal
Un estimulador de la médula espinal puede ser una forma segura y eficaz de tratar el dolor al interferir con las señales de dolor que llegan al cerebro. Es necesaria una prueba antes del implante de estimulador de médula espinal para ver si uno realmente obtendría el alivio y calificaría para el dispositivo permanente. La prueba se lleva a cabo colocando al paciente boca abajo, localizando el punto de entrada con una máquina especial de rayos X (fluoroscopia) e inyectando algún agente anestésico local para adormecer el área. Luego se inserta una aguja especializada bajo fluoroscopia y se avanza un electrodo hasta el sitio deseado. Luego, el electrodo se fija a la piel con una cinta especial y se conecta a un estimulador externo. Luego, el dispositivo se programa y se enciende. Durante los próximos días, tendrá una idea de si le está proporcionando o no el alivio adecuado y, de ser así, procederá con la implantación permanente. Por lo general, los electrodos temporales se retiran en unos pocos (2 a 5) días una vez que el paciente ha tenido la oportunidad de evaluar la eficacia del control del dolor.